martes, 3 de diciembre de 2013


El Viaje Sin Fin

Una historia de ilusión, constancia y progreso sobre la Fundación Vicente Ferrer





La Fundación Vicente Ferrer se autodefine así: "La Fundación Vicente Ferrer es una ONG de desarrollo comprometida con el proceso de transformación de una de las zonas más pobres y necesitadas de la India, del estado de Andhra Pradesh y de algunas de las comunidades más desfavorecidas y excluidas del sistema de castas indio: dálits, grupos tribales y backwards castes.

La Fundación es una organización humanista fundamentada en la filosofía de la acción. Con su forma de pensar y actuar, Vicente Ferrer ha sido capaz de trasmitir su compromiso para erradicar las desigualdades y movilizar las conciencias, a la vez que involucraba a las personas en su propio cambio. Su forma de entender el desarrollo ha dado lugar a un modelo ejemplar en el marco de la cooperación.
El mejor legado que nos ha dejado Vicente Ferrer es el de demostrarnos que ser personas solidarias es trabajar por el bien común. La solidaridad, no sólo se basa en el trabajo directo con las comunidades desfavorecidas, sino que radica en gran parte en la sensibilización de la sociedad, para que este cambio sea significativo.
Pionera en el desarrollo integral en ese país, es una organización humanista cuya filosofía se basa en la acción. Su equipo trabaja, desde España y desde la India."


Anne Perry, una joven estudiante de periodismo que se había trasladado a la India para terminar sus estudios, comienza a trabajar como reportera para la revista Current en 1965. Tres años más tarde, la británica realizaba una entrevista a un joven misionero español afincado en la zona, de nombre Vicente.
Vicente resultó ser Vicente Ferrer. 
Éste, le relata los primeros años con los Jesuitas, en los que conoce a su primera gran pasión, la India; el recelo y las críticas de las autoridades de la zona; y su expulsión y posterior re admisión gracias a Indira Ghandi.

La entrevista fue un éxito, no tanto en lo periodístico como en lo personal, pues dio pié a una relación eterna. Sólo dos años más tarde, allá por 1970, Vicente Ferrer se casa con la que sería su segunda gran pasión, Anna Ferrer.

Despúes, y además de una vida juntos, llegó el éxito y el reconocimiento. El éxito entendido como la consecución de logros y objetivos, como escolarizar a 1360 niños discapacitados; plantar mas de cinco millones de árboles o beneficiar de forma directa a casi tres millones de personas.

Y el reconocimiento, en forma de Príncipe de Asturias de la Concordia, o como Personaje Destacado de la Historia del siglo XX, otorgado por la Unesco en 2001.
Aunque lo único que importa es que el viaje nunca acabó, ni tan siquiera con la muerte de Vicente en los albores del verano del 2009. Moncho, su hijo, se encarga ahora junto a la infatigable Anna de que la llama que ha iluminado tantas vidas no deje nunca de arder.

Guillermo Valero es el Técnico de la Fundación Vicente Ferrer en la delegación sur, es decir; Extremadura, Andalucía, Ceuta y Melilla. Nos regala su tiempo para esta entrevista:
-  ¿Cual es la estructura organizativa de la Fundación?
La fundación, tiene dos estructuras, una en la india y otra en España. La de la india se llama RDT (Rural development trust), y es la original. Surgió en los 50 cuando llego Vicente Ferrer a la zona. Empezó a trabajar, y una vez que estaba en marcha, surgió legalmente la fundación. A mediados de los 50, 60 comienza a caminar, y en el año 1996, la fundación Vicente Ferrer, en España, surge con la idea de apoyar los proyectos de la RDT, es la contraparte en España para conseguir la financiación.

En la India, la cabeza visible ha sido Vicente Ferrer hasta que falleció hace tres años, y Ana Ferrer. Actualmente son Ana y Moncho, el hijo de Vicente. Y en España, el director es Jordi Folgado, sobrino de Vicente.

-  ¿Cuantas personas hay implicadas en nuestro país?

La estructura española tiene su sede en Barcelona. Sus delegaciones son Andalucía, Extremadura, Ceuta y Melilla; Baleares; Euskadi, Cantabria; Delegación de Madrid y Castilla la Mancha y Castilla León; Navarra, La Rioja; y Delegación Valenciana. Son 100 trabajadores.

Después aparece la figura de los representantes y los voluntarios. Los representantes actúan como cabezas visibles de la organización en cada territorio. En Andalucía, por ejemplo, son 11, y 2 en Extremadura. Son elegidos por las delegaciones territoriales en función de su experiencia, conocimientos, su implicación y sus ganas de trabajar Y los voluntarios, aunque el número fluctúa continuamente.

-  ¿Es España un país solidario?

Si nos remitimos a los datos, España es un país solidario, y Andalucía concretamente, como Comunidad Autónoma, también lo es. Incluso en los tiempos que estamos viviendo, tan complicados, se mantiene, con algunas dificultades, pero se mantiene esa solidaridad, y cuando baja, aunque ya sean datos más difíciles de contrastar, la sensación es que fluctúa hacia una ayuda más local, y también que hay gente que se ha quitado de gastos personales antes que dejar la colaboración económica.
Yo personalmente, pienso que sí. España, y Andalucía en especial, son muy solidarias. Lo que quizás debería suceder no es un aumento en la solidaridad, sino un cambio de concepto hacia una verdadera justicia social.


-  ¿Está suficientemente reconocida la labor de Vicente Ferrer y la Fundación?

Creo que sí que está reconocida la labor de la Fundación. El verdadero reto va de aquí en adelante, tras la muerte de Vicente Ferrer, hay mucha gente joven, y no tan joven, que desconoce su labor en la India.

-  Quizás el hecho de funcionar lejos de España quita difusión a la figura de la Fundación…

Sin duda. Incluso en ocasiones se nos ha confundido con San Vicente Ferrer, una asociación vecinal que organiza pequeños bancos de alimentos. Aunque lo cierto es que, a nivel de reconocimientos oficiales, sí se ha premiado bastante la labor de la Fundación. El Premio Principe de Asturias, o el Etnosur de este verano, aparte de otros muchos, son prueba de ello.


-  ¿Quedarse en India o buscar un desarrollo mayor?

Lo de dedicarse a la India se debe la misión fundacional. El fundador Vicente Ferrer decidió pasar allí su vida y dedicarse a la gente de ese lugar del sureste de la India, concretamente en Anantapur. Recientemente se ha extendido a una región algo más al norte, con una población tribal, y es la única ocasión en la que se ha producido una ampliación de territorio.
No pensamos que este en los planes del patronato, ni de Ana (Ferrer), ampliar a otros territorios. Tienen retos de sobra en la zona. En Anantapur se ha erradicado la pobreza extrema y se está trabajando por mantener esos proyectos y darle oportunidades a gente que antes no tenía absolutamente ninguna oportunidad, ni siquiera de estudiar primaria, y que ahora están llegando a la Universidad, e incluso saliendo con una carrera. Hay casos de mujeres, que por ser mujeres tenían aún menos posibilidades, y ahora son ingenieras informáticas con empleo.
-  ¿Ha tocado techo la Fundación, o hay posibilidades de crecimiento?  
Sin duda que puede haber crecimiento. Aún quedan muchísimas necesidades que cubrir en la misma zona de actuación de Anantapur. Afortunadamente, se ha crecido en educación, con más de 1200 escuelas construidas; más de 40 000 viviendas; en sanidad, con mejoras en prevención y tratamiento de enfermedades, la construcción de 5 hospitales... Grandes logros, aunque nunca se tocará techo mientras haya cosas que mejorar.
-  ¿Cómo es la imagen de la Fundación en la India?

En India tuvo sus altibajos por diferentes intereses durante la vida de Ferrer, pero actualmente debe ser buena. La RDT está ya totalmente consolidada allí y el beneficio que está produciendo en esta parte del país es visto con buenos ojos.



-  ¿Ha servido como ejemplo para proyectos locales en la India?
El modelo de integración ha sido un ejemplo en la cooperación internacional. Es posible que haya replicas a nivel local, pero el verdadero éxito de la Fundación es mantener con vida una zona de las más desatendidas del país, ya de por sí desatendido, que a pesar de ser un país emergente e incluso estar ya en la carrera espacial, tiene buena parte de la población viviendo en la extrema pobreza, con grandes desigualdades sociales. Si las ayudas estatales antes eran pocas, ahora prácticamente son nulas, pues la zona está siendo mantenido exclusivamente gracias a la labor de la Fundación.

-  Detalles de la financiación:

Más del 90% es privada, por cuotas de apadrinamiento de niños, el programa “de mujer a mujer”, o con aportaciones económicas mensuales u anuales. No se refiere únicamente a empresas, sino a colaboradores de todo tipo, personas, asociaciones… La financiación pública, mediante subvenciones y ayudas, no alcanza el 7%. Y finalmente, la venta directa de productos elaborados por mujeres con discapacidad de la india, y cuya venta retribuye al trabajo de estas mujeres. Un comercio justo que aporta casi un 2%.





-  ¿Afecta la crisis?

Sí que afecta. Estamos en una coyuntura muy jodida, muy complicada, y es evidente que afecta. Afortunadamente, no de una forma abrumadora ni exagerada, lo que dice mucho de la solidaridad de la gente.

-  ¿Y desde el ámbito público?

Ahí sí que ha sido mucho más evidente la caída en picado. Cada vez son menos las convocatorias para subvenciones, y donde se mantienen han bajado considerablemente. Éste es un gran problema porque, no nos olvidemos, no se trata solamente de una cuestión de solidaridad sino de una responsabilidad pública. Las situaciones de empobrecimiento de algunas poblaciones se deben, de algún modo, a las riquezas que disfrutamos otras poblaciones y esa realidad la estamos viviendo incluso dentro de nuestro territorio. Además se juega con una imagen, debido a intereses de medios de comunicación; partidos políticos o gobierno, en la que intentan enfrentar la pobreza de otros países con la pobreza interior de nuestro país, cuando una no es responsable de la otra, y cuando apoyar a una [La India] no significa dejar de apoyar a otra [España].

Lo que se dedicaba a cooperación ya era poco. El soñado 0,7% nunca se consiguió; el gobierno anterior prometió un 0,35% y no lo alcanzó pero se mejoró bastante; y ahora se está reduciendo, por lo que la meta queda aún mas lejos. Yo lo achaco a una clara irresponsabilidad pública.


-  ¿Han dejado caer el peso de la solidaridad y la ayuda humanitaria sobre la sociedad?
Exactamente.
-  ¿Podría relatarnos algunos de los proyectos fundamentales?
Nosotros trabajamos en seis sectores básicos, que son: Ecología, mujer, discapacidad, sanidad, educación y vivienda. Esos son los ejes de acción básicos, pero todos son vaso-comunicantes, es decir, funcionan bajo un sistema de desarrollo integral. Cuando Vicente Ferrer llego a la zona, se empeñó en buscar agua. Construyeron un pozo, para mitigar la sed y ser base de todo el desarrollo. Permitía cultivar; con los cultivos se conseguían ingresos económicos; con ellos, las familias se podían preocupar por la educación de los hijos; al tener acceso al agua se podían construir viviendas ausentes de enfermedades; la mujer tenía más tiempo, con los niños en el colegio, para dedicarse a proyectos a su medida, es decir, micro-empresas. Éstas pueden ser desde tener una búfala para vender leche, hasta montar un pequeño puesto de incienso. Supone un gran desarrollo para la mujer, no sólo en lo económico, sino en lo que a identidad y autoestima se refiere, teniendo en cuenta que era un sector que antes no contaba con ninguno de estos derechos. Teniendo cubiertas la ecología, la educación, y la vivienda, se puede trabajar en la construcción de hospitales; la prevención de enfermedades, y además, centrarse en la discapacidad. 

Se ha creado un diccionario a medida de lenguaje de signos para la población sorda de la zona, lo cual ha permitido el desarrollo cognitivo que esta gente, antes, sin comunicarse no podían conseguir.

Incluso en las últimas olimpiadas participaron niños discapacitados de la zona de Anantapur, lo que supone un logro increíble.


-  Un mensaje para la ciudadanía:

Animamos a que se mantenga, o aumente, esta solidaridad de la que antes hablábamos. Desde la conciencia individual hacia la acción. Vicente Ferrer decía que la pobreza no está ahí para estudiarla, sino para actuar sobre ella. Entonces, está bien tener conciencia, pero hay que hacer algo.

Con que la gente se movilice y actúe dentro de sus posibilidades, a nosotros nos vale.



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