martes, 10 de diciembre de 2013

Opinión

El Pensante


El viejo intentaba escribir algo de provecho. Sentado en la cama. La mente algo obtusa, quizás el exceso nocturno, quizás aquejado de algún dolor crónico. Sabía qué quería, pero aquella dichosa máquina de escribir no hacía mas que burlarse de su turbado deseo.
Decidido entonces a enviar a aquel trasto al infierno, se lió un cigarrillo. El humo decidiría la suerte final de aquellas letras enmarañadas, de aquel hipócrita espejo del alma. Estaba harto de esconder la crítica con fábula, de hacer poesía de guerra, de engañar con letras baratas. La verdad discurría parajes distintos. La verdad no necesitaba sinónimos, ni eufemismos, la verdad tiene su propia literatura.

"Si pudiera decir la verdad...diría que somos marionetas de un teatro menor. Que es todo mentira. Los Reyes Magos lo eran, también el Hombre del Saco, y Ratoncito Pérez. Hasta Dios resultó ser una farsa. Lo era la independencia, y la libertad de expresión. El Comunismo y el Nazismo, y también el Capitalismo. Fue una farsa la justicia, y su división de poderes. Fue un engaño la igualdad, ni Mandela ni Ghandi lo supieron, ni nuestra plebeya Constitución, pero solo fue un engaño. Una burla la democracia, y la Transición que la instauró. Ni que decir de los tratantes que la mangonearon. Fue todo mentira, hasta la crisis del ladrillo resultó ser una calumnia" bramaba en sus adentros el anciano, mientras fumaba su pitillo.
No quería, en definitiva, seguir siendo ese narrador omnisciente, que una y otra vez reescribe una realidad proyectada.


Miguel Ángel Gómez Laguna



No hay comentarios:

Publicar un comentario